miércoles, 8 de abril de 2009

Carrie


Si hablamos de zapatos, ella ha tardado mucho en aparecer por aquí. Horas y horas viendo Sexo en Nueva York, en castellano, en inglés, episodios repetidos 10 veces y aun así no te cansas de verlos.
El caso es que ayer me acordé de ella cuando iba por la calle. Una señora, me empujó con un descaro impresionante y encima ni me pidió perdón la guarra de ella. Lo mejor de todo es que va la estúpida y dice que me falta educación. Tócate............ Bueno, pues para rematar la jugada, va y me saca ese dedazo corazón como si fuese una cría de 12 años, la pija asquerosa de ella, que por cierto, sobrepasaba los 50 años. Patético.
Me dieron ganas de tirarle un zapato a la cabeza o los dos, o directamente pegarle un tortazo. Entonces pensé que no iba a ensuciar mis bonitos zapatos (aunque llevaba unas estupendas zapatillas rojas que me compré en Londres) con ese bicho maleducado de abrigo morado y llena de joyas de Tous. Por Dios, ¿¿qué problema tienen con ese osito??? ¿Por qué quiéren ponérselo por todas las partes de su cuerpo, el bolso, anillos, collares, pulseras, reloj, pañuelo, zapatos y paraguas?? Todo con moderación, sin abusar. En mi mundo solo se puede abusar en la compra masiva de zapatos y/o zapatillas bonitas.
Todo esto pasó por mi cabeza en 3 segundos, o bueno, un día más también porque no dejaba de pensar en lo mal que me sentó. Así que fue una iluminación, ya está, me estoy volviendo igual de neurótica que Carrie Bradshaw... O igual lo soy ya???

2 comentarios:

Anita Patata Frita dijo...

Ser neurotica no esta tan mal.

:)

Arantza G. dijo...

Ejem...un pelín neurótica, sí.
Pero, te entiendo, eh!
De todas formas, relájate un poco, al fín y al cabo, no te pisó tus maravillosas zapatillas rojas.
Kisses