lunes, 17 de noviembre de 2008

Manual de sufrimiento para tus nuevos zapatos




¿Qué pasa cuando un zapato te hace daño? Pues sufres, te aguantas y sufres.


1.- Hay que avisar a tus amigas que vas a estrenar zapatos y que llevan tacón. A veces no hay problema por ello, porque son comodísimos, pero otras, tienes el presentimiento de que te va a tocar sufrir. Es así, por muy bonitos y caros que hayan sido, sabes que te vas a quedar sin el dedo pequeño del pie o que van a coger un bonito color tirando a morado que tanto se lleva este invierno. Las ampollas las dejamos para la época de verano, siempre y cuando te hayas puesto unas medias como dios manda.


2.- Ponte un bolso grande y mete unas bailarinas cómodas que vayan a juego con el modelito que has elegido, por si acaso. (Este fue mi fallo el otro día)


3.- Lo mejor es rodearte de tus amigas, convencerlas para que no tengas que andar mucho y así aguantar toda la noche hasta llegar decentemente a la discoteca, donde te encontrarás con mucha gente conocida y a la que te gusta impresionar (por algo nos arreglamos más los sábados-noche).


4.- Recibe elogios sobre tus zapatos. (Cómo me gusta! y cómo me gustan mis nuevos zapatos!)


5.- Acto seguido, tus amigas te recordarán el daño que te van a hacer, te dirán que estás loca por salir con esos tacones. Y la pregunta del millón: "¿Pero cuántos zapatos tiénes?" Tú: "¿Yo? Si tengo súper pocos? El otro día tuve que tirar unos" (Mentira, te los tiró tu madre a traición hace 6 meses porque estaban destrozados aunque seguías poniéndotelos. Tú jamás en tu vida tirarías unos zapatos a la basura, es un dolor demasiado grande)


7.- Abandonaréis el destino habitual de sábado-noche para que no andes mucho. Cuidado! Tus amigas te recordarán durante el resto de tu vida una cifra: 5.50€


8.- Tómate unas copas para olvidar el dolor que tienes en la planta de los pies.


9.- Cuídate la garganta toda la semana para poder gritar a tus amigas: ¿¿¿¿¡¡¡¡Pero tenéis prisa???!!! ¡¡¡¡Que llevo tacones!!!!!!


10.- Cuídate también el cuello esa semana porque como tus amigas no son altas, tendrás que agachar la cabeza 574 veces para enterarte de lo que hablan.


11.- Llegas a la discoteca y alguien te dice: "Eh! qué zapatos más bonitos" En ese instante te conviertes en la reina de la dsicoteca, aunque solo te enteras tú.


12.- Las 7 de la mañana. Tu novio se acaba de enterar de que llevas zapatos nuevos porque te los estás quitando y le dices: "Mira!!¿¿¿te gustan mis zapatos??? Son nuevos!!!" Esta vez hubo suerte porque le encantaron, pero no suele ser lo habitual.


13.- Agarra bien los zapatos en las manos y aléjalos de tu cuerpo para que no te manchen.


14.- Hazte a la idea de que el suelo está congelado para andar descalza. No importa, ya has cumplido.


15.- Levántate de la cama al día siguiente, mira los zapatos colocados en suelo, limpialos y dí: Joder, qué daño por Dios!!!!! la próxima vez me los pongo un domingo para ir a tomar algo al mediodía.


16.- Qué bonitos son mis zapatos nuevos!

8 comentarios:

Cris dijo...

Si te gustan los zapatos,ya sabes a sufrir.
Pero...y lo bien que te quedan que?
Hay que sufrir muchas veces,pero antes muerta que sencilla jajaja.

Cris.

Cris dijo...

!!!Quiero unos Manolos!!!

Zuri dijo...

Yo también quiero unos Manolos! Pero espero que me los regalen, seguro que sientan mejor...

Unknown dijo...

uyyy q indirecta "espero que me los regalen..." no se quien tendra que darse por aludido jajaj

los zapatos preciosos pero 5,50!

1besito!

Arantza G. dijo...

Toma, y yo.
¿Quíen no quiere unos Manolos?
Así que tu madre te tiró unos zapatos a traición, eh?
Vete despidiendote de las botas negras.JA,JA
Un besito, sufridora.

Arantza G. dijo...

En mi blog puedes recoger tu regalo.
Besos

TORO SALVAJE dijo...

Todo eso por unos zapatos bonitos?

Vale. Debo estar loco.

Besos.

elena dijo...

Hola cariño como bien dice el refran para presumir hay que sufrir.Yo desde bien pequeñita se lo que es eso ya que cuando usaba un 37 mi prima me dio unos zapatos de tacon divinos el unico problema es que ella usaba un 35.La verdad es que me dolian los pies pero eran mis primeros zapatos de tacon y mi madre no me los iba a comprar mas que nada por la edad, asi que me resigne y los lleve.